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miércoles, 18 de abril de 2012

El péndulo de la muerte




Valoración personal: 10/10.

Ficha técnica:

Título: El péndulo de la muerte

Título original: The Pit and the Pendulum

Año: 1961

Duración: 85 min.

País: Estados Unidos

Director: Roger Corman

Guión: Richard Matheson (Historia: Edgar Allan Poe)

Música: Les Baxter

Fotografía: Daniel Haller

Reparto: Vincent Price, Barbara Steele, John Kerr, Luana Anders, Anthony Carbone, Lynette Bernay, Patrick Westwood

Productora: American International Pictures

Género: Terror.

¿De qué va?:

España, siglo XVI. La hermana de Francis Barnard (John Kerr), Elizabeth Barnard Medina (Barbara Steele), ha muerto. Francis, con la intención de averiguar la causa de la muerte, se dirige al castillo en donde vivía su hermana en compañía de su cónyuge, Nicholas Medina (Vincent Price), hijo de un sádico e infame inquisidor español. Al llegar a su destino, las explicaciones sobre la muerte de Elizabeth por parte de su cuñado y de la hermana de éste, Catherine Medina (Luana Anders), son poco claras. Francis comienza a sospechar de Nicholas como autor de la muerte de su hermana. Los días siguientes comienzan a suceder cosas extrañas dentro del castillo de los Medina, como si en su interior habitara el fantasma de la difunta Elizabeth, que ha vuelto de la tumba para torturar a su esposo, quien oculta un oscuro y macabro secreto...



Comentario:

Un año después del éxito de "La caída de la casa Usher", Roger Corman, acompañado nuevamente por el guionista Richard Matheson y por el actor Vincent Price, repitió la fórmula del éxito que tan buenos resultados le había dado.

"El péndulo de la muerte" era una nueva producción basada en un relato de Edgar Allan Poe y, al igual que su antecesora, tuvo un gran éxito. Sin embargo, lo único que tenía en común con la historia corta en la que se basaba, aparte de tener el mismo título, era el hecho de contar con el péndulo de la muerte, una herramienta de tortura realmente macabra. Matheson era consciente de que ese relato, dada su extensión, tan sólo daría para hacer un corto, así que se inventó la mayor parte del metraje.

De todas formas, esa parte inventada contiene elementos propios de la literatura de Poe; elementos que ya vimos en "La caída de la casa Usher" y que veríamos en los siguientes films del ciclo Poe-Corman. Tenemos un castillo en un estado similar al de sus tristes y atormentados inquilinos, un oscuro secreto que se remonta al pasado, enterramientos prematuros, y, lo más importante, esa forma tan brillante que tenía Corman de plasmar en pantalla lo que nos narraba Poe en sus obras; esas historias que provenían del subconsciente del autor bostoniano.

La historia engancha desde el principio. Está llena de suspense y de misterio, y consigue engañar y confundir al espectador, quien no se levantará de su asiento hasta que todos los misterios se resuelvan de una santa vez.

El personaje de Nicholas Medina, el sufrido viudo de la historia y, dicho sea de paso, auténtica estrella del film, es interpretado de forma más que notable por Vincent Price. Vincent actúa de tal forma que en todo momento logra transmitir al espectador el estado en el que se encuentra sumido su personaje. De esta forma, somos partícipes del tormento de Nicholas. Incluso podemos sentirlo. Llegamos a apiadarnos de él al verle tan deprimido, aunque no sepamos si en realidad es un asesino o no. También podemos palpar su contagiosa y enfermiza confunsión, que no es poca. A medida que avanza el film, más y más cerca estará de dar el paso definitivo hacia la locura. Una locura relacionada con los fantasmas del pasado.

Barbara Steele interpreta a Elizabeth Medina, personaje al que conoceremos por medio de flashbacks. Esta actriz por esa época venía de Europa tras triunfar en films como "La máscara del demonio", de Mario Bava. Poco después, se convertiría en todo un icono del cine de terror de serie B, sobre todo de origen italiano. En la presente película, aunque su voz fuese doblada, nos ofrece una actuación bastante buena. Además, me parece una de las actrices más guapas y con más estilo que he visto en una película de terror.

A lo largo de la historia se nos sugiere que Elizabeth ha vuelto de la tumba. Supuestamente está muerta y enterrada; pero, ¿y si fue enterrada prematuramente, como sucedió con la madre de Nicholas en el pasado, y ahora clama venganza? ¿Y si es un fantasma? ¿Y si en realidad es Nicholas quien está detrás de todos esos sucesos de índole paranormal? De ser así, ¿por qué hace eso? ¿Mató Nicholas a su esposa y su comportamiento es pura fachada? Como podéis ver, la historia está llena de incógnitas. Por supuesto, todas las que he enumerado tendrán su correspondiente respuesta.

La decoración de Daniel Haller y la fotografía de Eloyd Crosby es, una vez más, digna de un aplauso. Me encantan esos escenarios y la atmósfera gótica que crean; castillos al borde de un acantalido, fuertes tormentas que los azotan, la inquietante cámara de las torturas y, cómo no, el pozo subterráneo. Amén de la de telarañas que pueblan los distintos escenarios; telarañas que fueron puestas por recomendación de Vincent Price. Así mismo, la música, nuevamente a cargo de Les Baxter, suena cuando ha de sonar, contribuyendo a enrarecer la atmósfera, la cual es ya de por sí bastante opresiva y perturbadora.

Una cosa que me encantó son esas escenas oníricas en las que se nos cuenta, a modo de flashback, el pasado de Nicholas. En realidad, lo que vemos es lo que están recordando Nicholas y su hermana. Es como si estuviésemos contemplando un sueño; un sueño que, de vuelta a la realidad, permanece en el recuerdo como una pesadilla.

Hay algo que me gustó aún más que esas escenas tan psicodélicas: el final. Es increíble que una película de principios de los años 60 llegara a inquietarme hasta tal punto, a hacer que mirara con suma atención a Vincent Price descendiendo hacia las catacumbas del castillo, hacia los abismos de la locura. Y qué decir del péndulo que da nombre al film... una herramienta que, una vez puesta en funcionamiento, consiguió ponerme nervioso. Muy pocas películas de esa época han logrado mantenerme tan en tensión mientras las veía.

Puro terror gótico con la esencia de los relatos de Poe de la mano de Corman y Matheson, dos grandes del género fantástico.

Imágenes:


















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