Suspense

Valoración personal: 7/10.

Ficha técnica:

Título: Suspense

Título original: The Innocents

Año: 1961

Duración: 99 min.

País: Reino Unido

Director: Jack Clayton

Guión: Truman Capote, William Archibald (Novela: Henry James)

Música: Georges Auric

Fotografía: Freddie Francis (B&W)

Reparto: Deborah Kerr, Peter Wyngarde, Megs Jenkins, Pamela Franklin, Martin Stephens, Michael Redgrave

Productora: 20th Century Fox

Género: Terror. Intriga. / Sobrenatural. Casas encantadas. Fantasmas.

¿De qué va?:

Miss Giddens (Deborah Kerr) es una puritana institutriz que acepta el trabajo de educar a dos niños huérfanos, llamados Miles (Martin Stephens) y Flora (Pamela Franklin), quienes viven en una mansión rural alejada de la ciudad. Al llegar, todo parece normal. Sin embargo, cuando Miss Giddens y la criada del hogar, Mrs. Grose (Megs Jenkins), reciben la noticia de que Miles ha sido expulsado de su escuela, las cosas comienzan a cambiar. Mrs. Grose le cuenta a la nueva inquilina de la mansión que antes que ella ya había dos criados, los cuales tenían un carácter poco ejemplar y, además, mantenían una desagradable relación amorosa estuviesen o no los niños delante. Ambos murieron en extrañas circunstancias. En cuanto Miles llega a la mansión, Miss Giddens comienza a darse cuenta de que el comportamiento de los dos niños es un tanto extraño, lo que la lleva a pensar que quizás los espíritus de los deleznables antiguos criados han poseído a los niños.

Comentario:

Muchos han dicho que "The Innocents" es una de las mejores adaptaciones cinematográficas de una novela, llevando la esencia del escrito original a la gran pantalla de una forma tan inusitadamente fiel como sobresaliente. La verdad es que yo no puedo opinar mucho al respecto, ya que no me he leído esa novela, titulada "Otra Vuelta de Tuerca" ("The Turn of the Screw", en el original), escrita por Henry James a finales del siglo XIX. Lo que sí que puedo decir es que "The Innocents" nos cuenta una historia sobre fantasmas tan extraña como interesante.

Personalmente, esta película no me parece sobresaliente, ni tampoco una obra maestra absoluta, como muchos la han alabado a lo largo y ancho de la red; pero sí que es bastante buena. Podría decir que hasta notable.

El motivo por el que no la tilde de sobresaliente, ni mucho menos, es porque me pareció una película excesivamente compleja. Demasiado para mi gusto. A lo largo de la historia se nos van presentando numerosas dudas e incógnitas que, aunque sean resueltas, son contestadas por medio de frases con doble sentido que dejan al espectador incluso con más dudas que al principio. La verdad es que esta película es de esas que hay que ver obligatoriamente varias veces. Aunque, aún así, y debido, en parte, a la gran cantidad de detalles que contiene, ningún visionado será igual que el anterior. Doy fe de ello.

Quizás la cuestión más extendida entre todos aquellos que se han visto el film es aquella que nos hace preguntarnos si los fantasmas que ve Miss Giddens son cosa de su imaginación (fruto de sus propios miedos, paranoias y represiones sexuales) o si son, en efecto, los espíritus de los antiguos criados; espíritus que la atormentan de igual forma que a una persona la pueden atormentan sus fantasmas interiores. Teniendo en cuenta la primera posibilidad, podríamos considerar al monstruo de esta película como una especie de monstruo interior, proveniente del subconsciente humano.

Desde mi punto de vista, el film trata sobre el paso de la niñez a la adolescencia. Sobre la pérdida de la inocencia. En parte, me baso en el mismo título del largometraje para establecer dicha interpretación. Además, hay escenas, como la del final, que simbolizan muy bien dicho paso; un paso hacia la madurez que se nos plasma en imágenes como si fuera algo más malo que bueno.

Lo que más me gusto de la película, aparte del hecho de que me haga reflexionar sobre lo que he visto en numerosas ocasiones, son las actuaciones. Son magníficas. Deborah Kerr está fantástica como la típica mujer recatada de finales del siglo XIX, y los niños... Los niños son las verdaderas estrellas de la función.

Por una parte, tenemos a Pamela Franklin como Flora. Por aquel entonces esta actriz era muy joven. Años después, se convertiría en una popular actriz del cine de terror, a destacar su aparición en "La Leyenda de la Mansión del Infierno" (film de 1973 del que espero hablar por aquí llegado el momento). Por otra parte, tenemos a Martin Stephens como el perturbador Miles. Este joven actor ya había aparecido en "El pueblo de los malditos" como líder de los perturbadores niños que salían en aquel film. Su papel en "The Innocents" es incluso más perturbador que el del citado film de los niños albinos. Al principio ambos parecen niños de lo más normal y corriente, aunque nos olamos que Miles no es precisamente trigo limpio, ya que por algo le habrán expulsado de la escuela. Según avanza el metraje, a cada minuto que pasa, la presencia de estos dos críos irá perturbándonos cada vez más hasta llegar al final, en el que veremos unas escenas tan turbias, sórdidas y desagradables que incluso a día de hoy siguen sorprendiendo.

Otro aspecto a destacar es la ambientación, que también me gustó mucho. Es impresionante. Y la atmósfera, totalmente opresiva, es sublime. Pocas veces he visto un uso del blanco y negro tan bueno y ejemplar; un uso que ayuda a que la atmósfera que se crea en los interiores sea bastante efectiva. Tampoco me puedo olvidar de las escenas en el exterior. La forma en que se nos muestran los supuestos fantasmas es inquietante; inquietante porque aparecen como si fueran algo normal, como alguien a quien vemos vigilándonos desde lejos, sin más. Pero, al mismo tiempo, sabemos que de normal tiene más bien poco. Y de ahí surge esa inquietud.

"The Innocents" ha influido a multitud de films posteriores sobre casas encantadas, fantasmas y sucesos paranormales. Así mismo, la novela original se ha ido adaptando en numerosas ocasiones a lo largo de las últimas décadas. Del mismo modo, en algunas producciones españolas, como "Los otros" (2001, Alejandro Amenábar) o "El orfanato" (2007, Juan Antonio Bayona), se nota la influencia de la cinta de Jack Clayton. Sobre todo en el primero. Tan sólo hay que ver cómo en la presente película son nombrados los fantasmas: "los otros".

En conclusión, y como decía antes, "The Innocents" está bastante bien. Pero a mí, personalmente, no me parece tan sobresaliente como a otras personas. Excesivamente compleja y plagada de muchas segundas lecturas, amén de interpretaciones por parte de cada espectador, esta producción agradará a todo aquel que busque una historia distinta a la típica historia de casas encantadas llenas de sustos fáciles y demás fuegos de artificio. Eso sí, que quede claro: aunque en un principio lo parezca, la historia no es precisamente fácil de entender, sobre todo en un primer visionado.

Imágenes: