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jueves, 21 de junio de 2012

Terror en el espacio




Valoración personal: 6/10.

Ficha técnica:

Título: Terror en el espacio

Título original: Terrore nello spazio

Año: 1965

Duración: 86 min.

País: Italia

Director: Mario Bava

Guión: Mario Bava, Alberto Bevilacqua, Callisto Cosulich, Antonio Román, Rafael J. Salvia

Música: Gino Marinuzzi Jr.

Fotografía: Antonio Pérez Olea, Antonio Rinaldi

Reparto: Barry Sullivan, Norma Bengell, Ángel Aranda, Evi Marandi, Stelio Candelli, Franco Andrei

Productora: Co-producción Italia-España; America-International Pictures (AIP) / Castilla Cooperativa Cinematográfica / Italian International Film

Género: Ciencia ficción. Terror.

¿De qué va?:

Dos naves espaciales procedentes de la Tierra se dirigen a un extraño planeta llamado Aura, de donde ha sido emitida una señal de socorro. Cerca de la órbita del planeta, se pierde la comunicación entre las dos naves. La Galileo, que así se llama la nave en la que viajan los protagonistas de esta historia, es la segunda en aterrizar. Después de una serie de problemas, algunos miembros de la tripulación de la Galileo se encaminan hacia la otra nave, en donde se encuentran con que todos los tripulantes han muerto o han desaparecido sin dejar ni rastro. Tras enterrar a los muertos, se disponen a abandonar el planeta. Es entonces cuando surge un nuevo imprevisto, ya que los muertos a los que enterraron vuelven a la vida y actúan de forma extraña, como poseídos por unas formas de vida extraterrestres que pretenden hacerse con el control de la Galileo para partir a otro planeta y, así, poder continuar subsistiendo.



Comentario:

Tras haber hablado en este blog de "El terror del más allá" (1958, Edward L. Cahn) y de "Planeta sangriento" (1966, Curtis Harrington), considero oportuno hablar ahora del tercer antecedente de "Alien: el octavo pasajero" (1979, Ridley Scott), titulado "Terror en el espacio", también conocido con el engañoso título de "Planet of the vampires" en norteamérica.

Mario Bava demostró, una vez más, su versatilidad como realizador a la hora de hacerse cargo de la dirección de esta producción italo-española de sci-fi/horror. Aunque la historia no se desarrolle en las calles de Roma, como en sus giallos, o en algún pueblo centroeuropeo de siglos pasados, como en sus producciones de terror gótico, el tono y estilo del maestro del terror italiano está bien presente, sobre todo en el uso del color.

"Terror en el espacio" es una de esas películas que se hicieron con poco, poquísimo dinero; pero, gracias al buen hacer de su director, la carencia de medios es algo que no se nota en demasía (aunque, a día de hoy, los interiores de la nave, tan simples, y los efectos de la misma al despegar/aterrizar, tan arcaicos, chirríen un poco).

Técnicamente, y teniendo en cuenta su antigüedad, el resultado final no está nada mal. Sorpendente me parece que el propio Bava declarara en una entrevista que él y su equipo técnico hicieron la película a partir de dos rocas de plástico que habían sobrado a Cinecittá de una película mitológica. Sorprendente me parece, sí, y es que hoy en día muchos directores no obtendrían tan buenos resultados teniendo únicamente a su disposición unos cuantos pedruscos, dos o tres escenarios, un reparto mediocre y un presupuesto prácticamente ínfimo.

Los alienígenas de "Terror en el espacio" no son seres de aspecto humanoide, como dictaba la norma general, sino seres incorpóreos y, además, luminosos y de colorines. ¿Y qué es lo que hacen estas formas de vida de apariencia tan inofensiva? Pues introducirse en el cuerpo de los humanos, como si fueran parásitos, y controlarles, independientemente de si los humanos están vivos o muertos.

En cuanto a los personajes, estos son planos, simples y faltos de carisma. Uno no se preocupa en absoluto por lo que les pueda pasar, y eso, en una peli de terror, es algo muy malo. Los actores son muy sosos, y no le ponen mucho empeño a sus actuaciones. Lo único bueno de esa sosez es que cuando sus personajes están bajo el control de los extraterrestres sus actuaciones resultan convincentes, ya que actúan como alguien a quien le han anulado la fuerza de voluntad.

Me llamaron bastante la atención los uniformes de la tripulación. Los trajes que visten están hechos de cuero negro, tienen líneas amarillas en las costuras, un cuello bastante pintoresco (e innecesario) y están bien ceñidos al cuerpo. En cierta forma, me recordaron a los trajes de los mutantes de "X-men" (2000, Bryan Singer). Luego están los cascos que se ponen cuando salen por primera vez fuera de la nave, que son, ni más ni menos, cascos de moto pintados de amarillo.

Los uniformes, aunque tengan cierto toque futurista, son muy sesenteros, muy "kitsch", como se suele decir por ahí.  La verdad es que la indumentaria me encantó y me hizo esbozar una sonrisa, aunque me entrara calor con sólo ver esos cuellos. Puro sentido de la maravilla, oigan.

Lo que no me gustó es que durante gran parte del metraje no diferenciaba a unos personajes de otros. Todos vestían igual, y lo único que mostraban era la cara. Sólo identificaba a las pocas miembros femeninas de la expedición y al más viejo del grupo, o sea, al capitán Mark Markary, interpretado por un tal Barry Sullivan.

También había momentos en los que no sabía en cuál de las dos naves estaban, ya que ambas son exactamente iguales, tanto por fuera como por dentro (ah, a todo esto, los interiores son más grandes que el exterior, o eso parece).

Hablando de naves, una de mis escenas favoritas es aquella en la que dos tripulantes de la Galileo entran en el interior de una nave extraterrestre que se ha estrellado en el planeta, la cual, aparte de contar con unos decorados mucho más detallados y ricos en detalles que los de las naves terrícolas, está hecha una verdadera ruina. El óxido, la niebla y el polvo han invadido sus estancias, y de sus tripulantes tan sólo quedan los huesos. Enormes esqueletos de unos seres alienígenas que tienen una cabeza enorme, en forma de huevo (no, no son Aliens; pero se parecen).

Lo que más me gusta de la cinta es el final, por el cual se le perdonan todos sus defectos. Es un final totalmente inesperado e impactante, y más teniendo en cuenta que estamos ante una producción estrenada en 1965.

En la actualidad, "Terror en el espacio" es una película que ha caído en el olvido; pero en su día fue un éxito, y a mucha gente, como a Ridley Scott, le encantó. Sólo hay que ver los elementos que veríamos en "Alien: el octavo pasajero" que ya estaban presentes aquí, en esta obra menor de Mario Bava. Enumero unos pocos: la introducción durante los créditos de apertura, la inspección de la nave extraterrestre en estado ruinoso, el hecho de que los extraterrestres incorpóreos se introduzcan en el interior de los humanos en pos de la supervivencia de su especie, la llamada de socorro, la misión de rescate en sí...

Estamos ante película de sci-fi clásica que cuenta con un gran sense of wonder. No niego que sea algo lenta, ni tampoco la incluiría entre lo mejor de Bava; pero, aún así, la recomiendo a todo aquel espectador sin complejos y, por supuesto, con imaginación.

Imágenes:


























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