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miércoles, 28 de noviembre de 2012

El jovencito Frankenstein




Valoración personal: 10/10.

Ficha técnica:

Título: El jovencito Frankenstein

Título original: Young Frankenstein

Año: 1974

Duración: 105 min.

País: Estados Unidos

Director: Mel Brooks

Guión: Gene Wilder & Mel Brooks (Novela: Mary Shelley)

Música: John Morris

Fotografía: Gerald Hirschfeld (B&W)

Reparto: Gene Wilder, Peter Boyle, Marty Feldman, Cloris Leachman, Teri Garr, Madeline Kahn, Gene Hackman, Richard Haydn, Kenneth Mars

Productora: 20th Century Fox

Género: Comedia. Terror. / Comedia de terror. Parodia. Monstruos.

¿De qué va?:

El doctor Frederick Frankenstein (Gene Wilder) es el nieto de Victor Frankenstein, un científico que trató de dar vida a un ser hecho con piezas de distintos cadáveres. Un día, recibe la herencia del castillo que perteneció a su antecesor, así que parte rumbo a Transilvania. Nada más llegar, es recibido por Igor (Marty Feldman) y por la sensual y bella Inga (Teri Garr). Una vez dentro del castillo, descubre la biblioteca secreta de su abuelo, en donde halla un libro sobre cómo reanimar un cuerpo muerto. Frankenstein decide llevar a cabo el experimento que condenó a su abuelo, comenzando por robar un cadáver del cementerio y un cerebro de alguien inteligente. Desgraciadamente, las cosas no salen muy bien, ya que Igor roba el cerebro de un tal A. Normal. Frankenstein da vida al monstruo (Peter Boyle), quien acaba escapándose del castillo, sembrando el miedo entre los vecinos de la comunidad.



Comentario:

A lo largo de su carrera como cineasta, Mel Brooks ha dirigido multitud de parodias. Eso sí, ninguna tan buena como "El jovencito Frankenstein", producción de 1974 que parodiaba las películas de Frankenstein producidas por la Universal Pictures, en especial "El doctor Frankenstein" (1931, James Whale), "La novia de Frankenstein" (1935, James Whale) y "La sombra de Frankenstein" (1939, Rowland V. Lee). 

La parodia se hace con respeto y amor, sin llegar a ridiculizar en absoluto lo parodiado, por lo que la cinta también funciona como homenaje. La historia está muy bien planteada, y aunque en más de una ocasión calque momentos de los films que homenajea, esto no supone ningún problema para que el espectador disfrute de lo que está viendo, ya que los gags cómicos y las delirantes situaciones en las que se ven inmersos los personajes son, cuanto menos, tronchantes.

Una de las cosas que más me llamaron la atención es el uso de distintos tipos de humor. Por increíble que parezca, encajan a la perfección los unos con otros. El tono humorístico se va desarrollando de una forma bastante curiosa, pasando desde el humor basado en golpes, en gestos y en torpezas hasta la ironía verbal y los juegos de palabras. Incluso hay bromas y expresiones ingeniosas relacionadas con el sexo. El absurdo es un elemento presente en todo momento, y a lo largo del film se irá acrecentando, alcanzando su punto álgido en una de las escenas de baile más delirantes e inolvidables de la historia del cine.

El humor nunca cae en lo chabacano, ni en recursos fáciles que sólo harían reír a un prepúber con poco cerebro. Ya podían tomar nota las bazofias que hoy en día muchos consideran parodias, como la bochornosa "Epic movie" (2007, Jason Friedberg, Aaron Seltzer) o la insoportable "Casi 300" (2008, Jason Friedberg, Aaron Seltzer), las cuales no son más que basura infecta. 

La cinta cuenta con un apartado técnico y visual impecable. En este aspecto, no tiene nada que envidiar a las obras originales que homenajea. Los escenarios de terror gótico son de los mejores que he visto en mi vida. Reconozco que esto puede sonar algo exagerado; pero no, no exagero. Todas las localizaciones me encantan: el castillo de Frankenstein, el bosque neblinoso, el cementerio, el pueblo...

Curiosamente, el laboratorio es el mismo que se utilizó en "El doctor Frankenstein". Kenneth Strickfaden, quien diseñó los sets de rodaje del clásico de James Whale, conservaba el laboratorio entero en el garaje de su casa, así que le vendió a Brooks los derechos de sus diseños.

Para reflejar la atmósfera de las películas antiguas, Brooks decidió filmar la cinta en blanco y negro, lo cual hizo que el proyecto fuese rechazado por la Columbia Pictures. La esplendorosa fotografía en blanco y negro recrea a la perfección la atmósfera de los clásicos de terror gótico, reforzando la sensación de que estamos ante una producción contemporánea con un estilo visual propio de dichos clásicos. Del mismo modo, Brooks utilizó recursos de transición entre escenas idénticos a los que se utilizaban en la década de los 30. En definitiva, el film tiene un tono y estilo de lo más nostálgico y entrañable.

No me puedo olvidar del memorable tema principal. Su partitura, simple pero efectiva, incita a que lo tarareemos una y otra vez. Doy fe de ello. Podéis escucharlo pinchando justo aquí.

Como decía, el proyecto fue rechazado por la Columbia Pictures. Los ejecutivos de la 20th Century Fox lo aceptaron; pero temían que la película fuese un fracaso en el momento de su estreno, así que más de una vez insistieron en que fuese filmada a color. Sin embargo, Brooks se mantuvo firme en su decisión, y, finalmente, "El jovencito Frankenstein" fue uno de los mayores éxitos de taquilla de la época, llegando a recaudar más de 86 millones de dólares en todo el mundo. Además, obtuvo dos nominaciones a los Oscars: el Oscar al mejor sonido y el Oscar al mejor guión adaptado.

De todas formas, el principal punto fuerte del film es el elenco de personajes, cada cual más pintoresco que el anterior.

En todas las conversaciones sobre "El jovencito Frankenstein", Igor no tarda en ser mencionado. Y no me extraña... El carismático y humilde personaje interpretado por Marty Feldman representa el espíritu del film, sin duda. Feldman se las arregla para que el público sonría sólo con verle, aunque a veces no haga nada en especial. Una de mis escenas favoritas es aquella en la que se infiltra en una habitación llena de cerebros para robar uno. Cuando se para delante del cerebro que ha de robar, lo señala y dirige una mirada amistosa al público, rompiendo así la cuarta pared. Esta escena me hizo estallar en carcajadas la primera vez que la vi, y a día de hoy sigue haciéndome mucha gracia cada vez que la veo.

Durante la segunda mitad de metraje, Igor le cede parte de su estrellato al monstruo de Frankenstein. La interpretación de Peter Boyle como la criatura es equiparable a la de Boris Karloff en "El doctor Frankenstein". Su monstruo resulta creíble a la par que cómico, lo cual es bastante difícil, más aún si se trata de reinterpretar a un personaje tan mítico, como es el caso. El espectador empatiza con el monstruo, llegando incluso a sentir pena por él en algunos momentos. Y es que, por muy monstruoso que sea, su mayor deseo es inspirar amor y ser querido.

Además de protagonizar la cinta, Gene Wilder se hizo cargo del guión, el cual fue supervisado por Brooks. Wilder, conocido principalmente por su rol como Willy Wonka en "Un mundo de fantasía" (1971, Mel Stuart), era un actor muy dado a la sobreactuación. En la presente película ese aspecto juega a su favor, ya que el personaje al que interpreta tiene un comportamiento exageradamente dramático.

Otro personaje que me gusta mucho es el inspector de policía Hans Wilhelm Friederich Kemp, cuyo brazo es de madera y su pronunciación es en ocasiones ininteligible. Este personaje interpretado por Kenneth Mars está basado en el policía que interpretó Lionel Atwill en "La sombra de Frankenstein".

Gene Hackman, quien en 1971 ganó el Oscar al mejor actor gracias a su papel en "The French Connection, contra el imperio de la droga" (1971, William Friedkin), tiene un pequeño papel como un ciego solitario que pide a Dios un poco de compañía. Sus súplicas son escuchadas, y recibe la visita del monstruo, a quien casi mata por querer colmarle de atenciones.

Algunas escenas, como la del ciego y la de la niña, resultan previsibles; pero no importa. Nos reímos igualmente. Los gags cómicos son prácticamente constantes. Por increíble que parezca, estos no saturan al espectador y el humor no decae en ningún momento.  A continuación, os dejo algunos de mis favoritos.

Para entender el siguiente gag, hay que tener en cuenta que en un principio Frederick Frankenstein reniega de su infame abuelo, por lo que insta a la gente a pronunciar su apellido diciendo "Fronkonstein". Esto da lugar a diálogos como éste:



La escena de las cabezas es sublime:



Lo mismo puedo decir de la escena en la que Frederick e Igor roban cadáveres del cementerio:



Muchos afirman que "El jovencito Frankenstein" es superior a las películas de Frankenstein de la Universal. Piensan que de haberse hecho en serio habria dado miedo. Yo creo que afirmar algo así es un pelín descabellado. Básicamente por dos motivos. Por un lado, porque las añejas producciones de terror de la Universal redefinieron el género en su día, estableciendo unos cánones que permanecieron prácticamente inalterables hasta bien entrados los 60. Por muy bien hecha que estuviese, una producción de terror gótico hecha a mediados de los 70 no aportaría nada en especial, sino más bien lo contrario. Hubiera sido un rotundo fracaso. Mel Brooks y Gene Wilder eran conscientes de ello, y por eso el film funciona como comedia y no como película de terror, aunque la atmósfera y otros elementos estén al nivel de los del material homenajeado. Por otro lado, no negaré que la interpretación de Peter Boyle como monstruo es muy, pero que muy buena; pero no es Boris Karloff.

"El jovencito Frankenstein" no es sólo el mejor título de Mel Brooks, también es una de las mejores comedias de todos los tiempos. Lo más sorprendente es que soporta el paso de las décadas sin ningún problema, por lo que en la actualidad jóvenes y adultos disfrutan viéndola por igual. Estamos, pues, ante una maravillosa comedia de las que ya no se hacen. Un clásico intemporal de lo más hilarante en el que todo encaja a la perfección. Absolutamente imprescindible.

Imágenes:




































3 comentarios:

Anónimo dijo...

ves? cuando a una de terror le metes humor, gana pero que bastante xDDD Es genial aigor xD

Pd: no comento más que me canso, au *momento pez

Raúl Calvo dijo...

Es curioso que observando los datos que se dan sobre el pasado y la historia del pueblo, esta película es como si fuera una secuela más.

La he visto muchas veces, así que cuando dices que no cae en el humor chabacano me parece que no es cierto, tiene varios gags de ese estilo pero resultan divertidos. No creo que eso le reste a la película.

El Tipo de la Brocha dijo...

La primera vez que la vi solo me hacían gracia Igor y algún gag suelto. Luego volví a verla siendo más mayor y empecé a apreciarla como es debido. Creo que lo único que no soporto son los gritos del Monstruo en el dúo musical.