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miércoles, 13 de noviembre de 2013

El gabinete del doctor Caligari




Valoración personal: 10/10.

Título original: Das Kabinett des Dr. Caligari Año: 1920 País: Alemania Director: Robert Wiene Guión: Carl Mayer, Hans Janowitz Reparto: Werner Krauss, Conrad Veidt, Friedrich Feher, Lil Dagover, Rudolf Klein-Rogge, Hans Heinz von Tawardowski



Comentario:

El expresionismo alemán fue un movimiento artístico surgido en uno de los períodos más oscuros y pesimistas de la historia de Alemania, poco antes de la Primera Guerra Mundial, y vino a sustituir al impresionismo que imperaba a finales del siglo XIX. A diferencia del impresionismo, más positivista y apegado a captar los colores y luces de la naturaleza, el expresionismo tendía a deformar la realidad para así dar más importancia a la expresión de los sentimientos.

Los temas que  trataba el expresionismo giraban en torno a la guerra, la muerte, los criminales, la opresión... Temas que reflejaban muy bien el estado de amargura en el que se encontraba el pueblo alemán, sumido en una crisis económica y social descomunal.

Su repentino fin llegó en 1933, año en el que la República de Weimar dio paso a la Alemania nacionalsocialista de Adolf Hitler. Joseph Goebbels, ministro de propaganda de la Alemania nazi, decidió prohibirlo, ya que lo consideraba como un arte decadente que, aparte de suponer un peligro para el nuevo régimen de Hitler, no se adaptaba en absoluto a la ideología nazi.

Robert Wiene creó con "El gabinete del doctor Caligari" la primera película de terror de la historia, o al menos el terror cinematográfico tal y como lo entendemos en la actualidad. Anteriormente ya se habían hecho films que incorporaban elementos tétricos y siniestros; pero no con la intención de inquietar al espectador. En la presente película la principal intención por parte de los realizadores era dar miedo al espectador.

Teniendo en cuenta que estamos ante una producción de principios de los años 20, la primera vez que vi "El gabinete del doctor Caligari" me sorprendió especialmente el modo en que se nos presenta el argumento. La historia comienza en un patio, donde nos encontramos a dos hombres sentados en un banco. Uno de los dos hombres comienza a contarle al otro una experiencia traumática, y es entonces cuando a través de un flashback que ocupa casi todo el film se nos narra la historia principal. Dentro de este gigantesco flashback nos encontramos incluso otro flashback. Y, repito, estamos ante una producción que tiene un siglo de antigüedad. Es en los minutos finales de metraje cuando se produce un giro argumental de lo más original e impredecible. De lo impredecible e inesperado que es, a día de hoy sigue sorprendiendo.

Los decorados a cargo de Hermann Warm, Walter Reimann y Walter Röhrinhg son igual de sorprendentes. Lúgubres, angulosos y geométricos, con objetos extrañamente deformados, dotan al film de una atmósfera onírica y delirante. Es gracias a estas características que el espectador tiene la sensación de estar presenciando un sueño surgido de una mente enloquecida. Un sueño en el que los paisajes retorcidos, sombríos y llenos de contrastes se alejan totalmente del mundo real. En sucesivos visionados he llegado a prestar más atención a los decorados que a los personajes, quienes parece que van a ser absorbidos de un momento a otro por esas paredes inclinadas que se ciernen amenazadoramente sobre ellos.

En cuanto a los personajes, tenemos como narrador de los hechos a un joven que recuerda cómo intentó desentrañar el misterio en torno a unos asesinatos que se produjeron en su pueblo por la noche. Cesare es el artífice de los asesinatos, y en todo momento actúa bajo las órdenes directas del doctor Caligari, interpretado de forma majestuosa por Werner Krauss. La actuación de Conrad Veidt como el sonámbulo Cesare es magnífica. Cada vez que veo el momento en el que despierta de su largo letargo, levantando los párpados lentamente para luego mirar fijamente al espectador, siento un escalofrío en la espalda. Siempre me resultó curioso que este personaje de apariencia andrógina y mirada inquietante estuviese interpretado por el mismo actor que veintidós años después interpretaría al Major Heinrich Strasser en "Casablanca" (1942, Michael Curtiz).

En muchos momentos veía a Cesare como un antecedente de diversos iconos del cine de terror. La escena en la que se halla en un ataúd o aquella otra en la que se acerca lentamente a la muchacha en peligro, quien duerme sin ser consciente del peligro que la acecha, son un claro antecedente de la figura del vampiro, en especial de Drácula. Dejando de lado paralelismos con vampiros que descansan durante el día y despiertan al caer la noche, la influencia de "El gabinete del doctor Caligari" es tal que muchas de sus imágenes se han convertido con el paso del tiempo en elementos básicos e indispensables del género de terror. Así mismo, influyó poderosamente en muchas producciones de gran éxito internacional que vendrían después, desde los films de monstruos clásicos de la Universal, como "Drácula" (1931, Tod Browning) y "El doctor Frankenstein" (1931, James Whale), hasta la filmografía de directores más contemporáneos como Tim Burton o David Lynch, entre otros.

Me atrevería a decir que "El gabinete del doctor Caligari" es la película más influyente de la historia del cine junto con "El nacimiento de una nación" (1915, D.W. Griffith). De lo que estoy seguro es que es un clásico de imprescindible visionado para todo buen cinéfilo que se precie.



Imágenes:








2 comentarios:

Javier Simpson dijo...

Un gran clásico. Sí que es un referente del cine con mayúsculas; su influencia es manifiesta en muchos directores posteriores. Yo también creo que Lynch está influenciado por esta corriente expresionista, con un mucho de surrealismo también. Un saludo, Roy. Gran entrada.

Raúl Calvo dijo...

Si Drácula de Bram Stoker es la primera novela de terror moderno por la forma en que presenta de forma alegórica miedos y obsesiones de la época (vampirismo-sífilis); lo mismo se puede decir de El gabinete del doctor Caligari, que funciona como una metáfora perfecta de los horrores del nazismo.