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viernes, 15 de noviembre de 2013

El Golem


Valoración personal: 8/10.

Título original: Der Golem, wie er in die Welt kam Año: 1920 País: Alemania Director: Paul Wegener, Carl Boese Guión: Paul Wegener & Henrik Galeen Reparto: Paul Wegener, Albert Steinrück, Lyda Salmonova, Ernst Deutsch, Hans Stürm, Max Kronert, Otto Gebühr, Lothar Müthel, Loni Nest



Comentario:

Desde que soy un fan del cine de terror, o sea, desde hace mucho tiempo, había oído hablar de esta película como un buen ejemplo de la corriente artística conocida como expresionista alemán; pero, por mucho que oyera hablar de ella, nunca me disponía a verla. En el año 2009 fui al cine a ver "Malditos Bastardos" (2009, Quentin Tarantino), donde se hace una referencia al Golem. Fue entonces cuando por fin decidí verla.

"El Golem" suele ser considerada como una adaptación de la novela de Gustav Meyrink "El Golem", publicada en 1914; pero lo cierto es que se basa en una antigua leyenda judía de la que también parte la novela de Meyrink. En 1915, Paul Wegener realizó con Henrik Galeen "Der Golem" (1915, Paul Wegener, Henrik Galeen), y tan sólo dos años después codirigió con Rochus Gliese una especie de secuela titulada "Der Golem und die Tänzerin" (1917, Paul Wegener, Rochus Gliese). Ambas cintas se perdieron y a día de hoy todavía figuran como perdidas, conservándose únicamente fotogramas y fragmentos sueltos, como el que podéis ver pinchando aquí. Parece ser que Wegener no estaba del todo contento con sus trabajos anteriores, así que en 1920, esta vez con la compañía de Carl Boese en la dirección, decidió rodar una tercera versión del hombre de piedra judío, que es la que prevalece. Además de ocupar el puesto de codirector y coguionista, Wegener se ocupó de desempeñar el rol de Golem en las tres versiones.

En la presente película tanto la trama principal como los personajes parecen haber salido directamente de un cuento de hadas. Lo mismo se puede decir de los decorados, montados en los estudios UFA de Berlín, donde se rodaron casi todas las producciones expresionistas de la época.

Una de las cosas que más me llamaron la atención es la forma en que es tratado el judaísmo. El pueblo judío se nos presenta confinado en el interior de un gueto amurallado, viviendo totalmente ajeno a las intenciones del emperador que les gobierna, quien pretende expulsarles de sus hogares con un decreto y prohibirles sus derechos como pueblo. Para salvar a los suyos de este destino, el venerado rabino Löw recurre a sus conocimientos de nigromancia y da vida a un ser artificial que les protegerá. Esta premisa argumental presagia en cierto modo lo que le sucedió a los judíos en la década siguiente, poco después de que la República de Weimar diese paso a la Alemania nazi.

La historia me pareció realmente interesante en la recta final. El Golem consigue cumplir el objetivo para el que fue creado, que no es otro que el de salvaguardar al pueblo judío. Es entonces cuando comienza a volverse contra su creador, como si fuera un androide que se rebela contra el científico que le creó, así que el rabino le desactiva, puesto que no le queda otro remedio. Poco después es reactivado por el ayudante del rabino, quien pretende usarle para sus propios fines. Las escenas en las que el Golem siembra el caos por las calles del gueto influenciaron en posteriores películas de monstruos.

Uno de los motivos por los que "El Golem" tiene un gran valor histórico cinematográficamente hablando es por ser una clara precursora del film de James Whale "El doctor Frankenstein" (1931, James Whale). El monstruo de Frankenstein guarda bastantes similitudes con el Golem; pero mientras que la criatura de Frankenstein es un ser formado por partes de distintos cuerpos, el Golem está hecho de arcilla y cobra vida no a través de la ciencia, sino de la magia. La escena en la que el Golem se encuentra con una niña que le entrega una flor es un claro antecedente de la mítica escena del monstruo de Frankenstein con la niña en el lago; y la escena de la casa en llamas recuerda poderosamente a la escena final del molino del clásico de Whale.

Supongo que en su día esta película mantendría a los espectadores en suspense y con los pelos como escarpias, pero a día de hoy no es un film que cause miedo precisamente. Aun así, no negaré que hay momentos algo inquietantes, como cuando se nos enfoca con un primer plano el rostro de Paul Wegener. El maquillaje al que fue sometido este actor está tan logrado que uno se cree perfectamente a la pétrea criatura que interpreta. El simple hecho de observarle me producía una sensación mezcla de inquietud y fascinación, sobre todo cuando su rostro pasaba de la impasividad al enfado.

A mi parecer, "El Golem" no alcanza las altas cotas de calidad de su contemporánea "El gabinete del doctor Caligari" (1920, Robert Wiene) o "Nosferatu" (1922, F.W. Murnau), lo cual no quiere decir que sea un film menor dentro de lo que fue el expresionismo alemán, ni mucho menos. La considero como una pieza importantísima de arqueología cinematográfica, y a buen seguro que cumplirá las expectativas de muchos aficionados al cine mudo de terror. Ahora que, aviso, si lo que pretendéis es pasar un poco de mal rollo, mejor probad con los títulos de Murnau y Wiene mencionados anteriormente.

Imágenes:








1 comentario:

El Tipo de la Brocha dijo...

A mí lo que más me sorprende de estas pelis viejunas alemanas es el diseño de producción.

Tengo que añadir que el Gólem se peina como He-Man.